A partir de una estructura metálica, se coloca una malla que determina la forma general del volumen a recrear, sobre esta malla se proyecta el mortero quedando adherido a la superficie proporcionando al conjunto una estructura totalmente pétrea.
Una vez que comienza el proceso de endurecimiento del mortero, es el artista, el escultor, con su cincel, rescata del volumen una roca, una sirena, una columna salomónica, la fachada de un palacio, huellas de dinosaurio.