En 1992, para la celebración del 40 aniversario del Festival de Cine de San Sebastián, Álvaro Matxinbarrena, Director Artístico del Festival, encarga al escultor Txema Calero la realización de una escultura para el Premio Donostia que, ese año, homenajea al director de cine Joseph L. Mankiewicz, que dirigió, entre otras, Odio entre hermanos, Mujeres en Venecia, Julio César, Operación Cicerón, Eva al desnudo y Carta a tres esposas.
El resultado del encargo es una escultura en bronce, de unos 20 cm, sobre peana de mármol, que representa una sirena de estética y pose modernista